miércoles, 9 de septiembre de 2009

¡Feliz año nuevo!

Septiembre nuevo, vida nueva. Por mucho que nos empeñemos en felicitarnos el año en enero, los planes y proyectos comienzan a materializarse en el mes nueve, de "nuevo". Es más, una puede comentar en marzo el viaje que tiene planeado para la segunda quincena de agosto, ¿pero los planes para septiembre? "Uy, todavía queda mucho..."

Ahora, ¿quién planea el trabajo con la misma antelación que las vacaciones? También es verdad que entran en juego muchas más variables, pero si cupiese la posibilidad, ¿quién lo haría? ¿Eh? Yo tampoco.

Yo he comenzado mi año de manera sencilla: cortándome el pelo. No necesitaba un peinado para recibir al Rey1, de modo que opté por sentirme humanitaria y comprensiva y agradecer que permitan a gente con TOC (Trastorno Obsesivo-Compulsivo) canalizado a través de las tijeras ganarse el pan gracias a su handicap bajo el calificativo de "peluquero/a". Tuve buena suerte y, además de quedar bien el corte, si ahora me diese por robar un banco, podría raparme la cabeza y pasar por obispo con mi coronilla granate y el pelo en pecho ( y cuello y collar). Pagué por un corte de pelo y me vendieron una doble identidad. ¡Ja! Es como el chiste aquel de:

- He engañado a la taquillera. Le he dicho que quería un billete de ida y vuelta y no pienso volver...

¡Ay que ver! Cada vez que comenzaba a alisarme un mechón con secador y cepillo parecía que me marcaba el sello de la peluquería en el cuero cabelludo. ¡Qué ganas más locas de mugir! Fue difícil contenerse, de hecho. Eso sí, en mi vida me habían dejado el pelo tan liso con un secador. ¡Aquí los carga el diablo!

Además de una coronilla incandescente, también me dejaron con falsos indicios de desequilibrio hormonal. Ahora mismo tengo más pelo en el pecho que mi novio. Y no será por falta de brochas en la peluquería... Tenía tres delante de mí y no me ofrecieron ninguna.


Salón de belleza, dicen. Lo que no especifican es si te la quitan o te la dan.


Y parece que afloja el calor.


Bárbara informando para el mundo. Finalizamos.







1. Que además de ser campechano, ahora lleva barba de tres días y se codea con los republicanos, ¡voten al Rey para la presidencia de la Tercera República!. La verdad es que sería interesante, el mismo rey que conduce un país de la dictadura a la democracia lo conduce también de la monarquía a la república. Un rey para gobernarlos a todos. Oye, me ha dado por esta frase. ¡Quitársusmela de la boca!