miércoles, 31 de diciembre de 2008

Hechizo de fin de año.



No pasa nada, tú tranqui,
decía mi amiga María,
las cosas siempre se arreglan
nada de "no hay tu tía".

Perdida, triste e insegura
y con frío emocional
me efrenté al mundo entero
con miedo, pero sin dudar.

Un cambio, deduje,
eso necesito
y a Madrid me mudé,
con lágrimas y besitos.

Confianza, paciencia
apoyo y amistad
me enviaban los que en Oviedo
había dejado al marchar.

Viejos tiempos veraniegos
de playa, de sol y de paz
germinaron en Madrid;
de todo me sentí capaz.

Esa flor de suerte
y esa suerte de flor
a día de hoy me arropa
como un gran cobertor.

Conciertos y viajes vinieron
Londres, Madrid y Vitoria
algunos realmente especiales
grabados quedan en mi memoria.

Uvas, tacones y bailes,
risas, champán y tatuajes
hoy por la noche, aseguro,
pasarémoslo como guajes.

Ojalá el año que viene
sea para todos un reto.
Pero uno de los buenos,
de los de crecer un buen trecho,
como personas, como adultos,
como gente de buen ver.
Que 12 meses a explotar,
sean 12 meses sin igual.

¡¡Próspero año nuevo!!
Pone mi bolsa de cotillón,
¡¡Os deseo un 2009,
para bien, sin parangón!!

jueves, 25 de diciembre de 2008

¡Supercalifragilisticoespialidosa Navidad!


*Foto: Carnaval de 1996.


Las canciones navideñas por excelencia, para mí, no son los villancicos, sino las que componen la banda sonora de la mejor película del mundo: Mary Poppins.

Cuando yo era pequeña, solían emitirla por la televisión una Navidad sí y otra también. Y la disfrutaba, disfruto y difrutaré siempre como la primera vez. Un año me la grabó mi Madrina en vídeo (¡VHS!) y al año siguiente se grabó encima accidentalmente...

¡Menudo disgusto! Ya no podía ver a esa fantástica niñera cantarina cuando me viniese en gana. Me inundaba una tristeza como la de Jane y Michael cuando Mary les anuncia, mientras mete su perchero, su lámpara y su paraguas en su bolso, que debe irse porque hay más niños que necesitan consuelo.

Es el día de hoy que pienso en aquel incidente y algo me pincha por dentro. Es lo que tienen las decepciones de la infancia, que se graban a fuego en la memoria y en los sentidos y siempre están listas para escocer. Son vividas con tal dramatismo y sinceridad en su momento que es inevitable que dejen cicatriz. A veces pienso que solamente es posible para un adulto sentir como un niño en los sueños, donde totalmente indefensos somos víctimas de sensaciones incontrolable e infinitamente intensas.

Ayer, instalando un antivirus (¿VHS? ¿Qué es eso?) en casa de mi Madrina precisamente, de repente reconocí un chorro de voz que llegaba a mis oídos a la misma velocidad que se abría camino en mi memoria como flor de loto entre el barro. Me lancé hacia el salón y... ¡Voilá! Mary Poppins recogiendo la habitación de Jane y Michael con un poco de azúcar. ¡Qué sensación tan dulce se apoderó de mí! Allí plantada delante del televisor en Nochebuena revivía la frustración que aún me acompaña de no saber chasquear los dedos. Claro que antes la decepción era mayor, porque chasquear los dedos iba imperativamente acompañado de levantar cosas del suelo y que se recogiesen solas automáticamente (¡el sueño de todo niño!), así que me sentía incapaz de hacer dos cosas.

Hubiera dado un pie por haberme visto la cara.

También estaban el jarabe que cambia de color, los cuadros de tiza, la silueta de Mary Poppins, los caballos de tiovivo por el barro, hollín, 2 peniques, cometas remendadas con papel de periódico, un bombín roto como una lata abierta... Todos allí reunidos a modo de felicitación navideña para mí, me he permitido pensar.

De noche, comentando mi Madrina y yo la emisión de esta joya del cine musical, le pregunté si se acordaba de aquella cinta de vídeo maldita. Y con una expresión de rabia y dolor amansados por el paso del tiempo y su característica y eterna sonrisa me dijo: claro que me acuerdo...

Entonces comprendí que aquel capítulo de mi vida nos aflige a las dos cada vez que esa señora con flor en el sombrero y bolso que desfía las leyes de la física asoma su cara de porcelana por el televisor. Es uno de los recuerdos de mi vida a los que más cariño tengo, porque por muchos años que pasen, sigue tan vivo en mí y en ella como lo estaba en aquel retaco rizoso y su Hada Madrina. Ahora, en vez de llorar, puedo reírme con ella a sabiendas de que también es una de sus mejores memorias.


Los que podéis, aprovechad estas fechas en las que os reunís con las constantes de vuestras vidas para sentiros a salvo del paso del tiempo. Por mucho que digan, como en casa no se está en ningún sitio.

miércoles, 24 de diciembre de 2008

Vino del s.XXI


Queremos que nuestro vino perdure y forme a su modo parte de unos momentos especiales en los que el mundo cambia y se adapta a una realidad diaria, a un grupo humano que se merece ser reconocido por las pruebas diarias a las que se enfrenta.

No se refieren a los percebeiros que se exponen al frío agresivo del Atlántico, sobre todo en esta época; tampoco hablan de los militares destinados en Afganistán ni los desactivadores de minas.

Mundo Gay es un homenaje a la comunidad homosexual, colectivo que, tras el impacto de las primeras confesiones, va entretejiéndose con los hilos de nuestra sociedad y mudándose la piel de título de infamia que en un principio se le acuñó. Este Ribera del Duero 2004 (cosecha calificada de excelente) fue presentado en Chueca la primavera pasada y su botellas alcanzan los 20€ en tienda. Sólo se puede obtener este as de copas por internet y en puntos de venta exclusivos que se pueden contar con los dedos de una mano de Mickey Mouse.

Respecto al nombre del vino, las bodegas en cuestión lo defienden así: Está claro que al igual que cualquier otro comercio nuestro objetivo es vender vino, pero podríamos haberlo vendido con cualquier otro nombre. Si hubiese sido, como tantos otros, el nombre de un rey (¿reina?), puede que no estuviese hablando de él ahora mismo.

A mi casa llegó en forma de paquete a nombre de mi padre, como quien recibe el número mensual de la revista a la que está suscrito. ¡Qué susto! Miré el calendario y todo por si era 28 ya.

Nosotros lo probaremos esta noche como complemento al cordero de Dios que quita el pecado del mundo que todos los años asa mi abuela materna (cada año uno diferente, se entiende).


¡¡¡Felices Fiestas a todos!!!

lunes, 22 de diciembre de 2008

Quien dice "mañana" dice "un día de estos"



He tardado más de lo previsto en actualizar de nuevo. Discúlpenme.

Decía, está en mi poder La melancólica muerte del chico ostra porque hube de colaborar en calidad de fotógrafa en la representación de la adaptación teatral de dicha historia y tenía que informarme un poco.
El grupo de teatro de mi facultad, No es culpa nuestra, la representó durante la semana pasada. Los 2€ más baratos de Madrid. Está orientada a niños, dicen, pero yo puntualizo que a los niños que todos llevamos dentro. Divertida, inteligente y con mucho curro detrás, evidente, para empezar, en el vestuario y el maquillaje. Me pareció una combustión perfecta entre la imaginación de Tim Burton y la realidad que a todos nos acoge. La chispa adecuada, como diría Bunbury.

Tras un par de días en familia por la capital, ya estoy en Casa. Hoy ya no tocó coliflor con bechamel. En su lugar, hubo canelones rellenos de carne precocinados, es decir, carne picada con bechamel de catering congelada. Qué ganas de comer en casa... ¡Ñam!

Y entre trivial navideño en el que casi todo vale, tés, Amigos y el escote recién tatuado de mi geóloga preferida me paso las horas. Así dicho, Rebe, parece que eres mi novia. ¿Y vale que yo era la mujer y tú el hombre? ¿Y que me regalabas rosas rojas y minerales y arena? ¿Y que yo te aclaraba que la geóloga eres tú y que tampoco soy un gato?

Un saludo a mi matemático preferido desde aquí, no se vaya a celar.

En resumidas cuentas, aquí me hallo estudiando un poco y cultivando el tiempo en compañía (¡la mejor manera de cultivar el tiempo!), esperando a que una voluta de humo de tabaco se transforme en un plan perfecto de Nochevieja.

¡¡A fumar como carreteros todos que yo ya tengo vestido y atrezzo!!

lunes, 15 de diciembre de 2008

En Navidad, Carboncilla, algo pequeño encontró...



Tengo un nuevo objetivo y no hablo de propósitos de año nuevo. Se trata de un zoom que fui a recoger hoy en metro a la Europa Oriental. No nevaba, pero hacía bastante frío y algo de aire, me comunica mi garganta. Tras haber librado una batalla contra el sueño anoche, hoy he amanecido sedienta de descanso, lo que no hizo más llevadera la travesía que narro. Habiendo dormido poco más de 5 horas y sin siesta, adentréme yo en el metro con nervios por mis Reyes adelantados...

Ya veis, en vez de atravesar ellos sobre sus camellos desiertos enteros hasta llegar a mi casa, ahora tengo que atravesar yo el mundo entero para coger los regalos de la albarda del camello. Y no me dieron ni galletas ni leche(s).

La albarda del camello en cuestión era un sótano en la 1ª planta (verídico), por aquéllo de seguir con el mundo al revés. Caminé un rato por la calle Alcalá (que es varias veces la calle Uría) en dirección contraria a la pertinente hasta darme cuenta de esto último. Viré sobre un pie y continué mi marcha en sentido contrario. Luego bajé 50238976582 metros y llegué a un portal decorado como tantos en esta época.

Desde aquí mando un saludo a mi vagancia por haberme hecho entrar en el ascensor para ir al 1º, porque de haber querido subir andando:

1. No sé si habría llegado a ese 1er piso con aspecto de -1 (esto me recuerda a cierto episodio en el Vicerrectorado de la Universidad de Oviedo); no vi escaleras una vez allí.

2. Si hubiese llegado, quizá no estaría aquí sentada en mi juicio, como si de una maleta a reventar se tratase, exprimiéndolo con mi peso pluma para contaros todo esto de la manera más clara posible. Quizá aún andaría perdida por un universo secreto al haberme caído a través de una grieta un poco gorda en una arquitectura obra de Escher.

Al abrir el ascensor vi gris por todas partes, en forma de cemento, de pintura de parking, de coche viejo, de taller, de polvo de ese típico de garaje que mancha una vez sí y otra también por lo siglos de los siglos... Así debía sentirse Jen (IT Crowd) cuando bajó por primera vez al IT Department. Era como si un tornado hubiese estado jugando al limbo con el piso cero de todos los edificios del mundo como nivel y del esfuerzo hubiese tropezado y caído de morros en el primer piso de aquel edificio. Todo aquello que se busca y se encuentra en los pisos negativos era lo que había allí. Un batido de sótanos. Un edificio al revés, por aquello de seguir con los papeles invertidos de mi historia.

Fisgué un poco y no encontré el local que buscaba. LLamé al ascensor de nuevo (y esta vez sí busqué escaleras) (mientras esperaba al ascensor, vale...), cuando apareció un guardia de seguridad. Le pregunté por un local de recogida de paquetes (¡Dios mío, yo diciéndole esto a un guardia en aquel sótano lúgubre, solitario y aislado, sin que nadie supiese que estaba allí!) de fotografía y me dijo: venga. Y fui, obediente cual Lázara. A partir de aquel momento, la conversación fue la siguiente:
Segurata: ¡Ah! ¿Ftbmmm?
Yo: ¿Cómo?
S: ¡¡Ftbmmm!!
Y: ¿Disculpe?
S: ¡¡Ftboommmmmm!!
Y: ¡Fotoboom! Sí, ¡eso! Disculpe, no le oía bien...

Cabe decir que es la conversación más interesante que he tenido con un representante de la seguridad. Es única. Nunca había sufrido interferencias a viva voz. Y me quedé con la intriga de si a estos guardias también se les llama gorilas...

Le seguí y llegamos ambos dos a un portón de hojalata con una puerta más pequeña incrustada en su fisionomía. De estos grises (como no) que, si los plisas, son puertas de garaje, y ,si los alisas y sueldas los dos extremos más alejados, serían un tambor de una lavadora.

Allí había un din A4 apaisado y pegado con poco entusiasmo en esa superficie arada de plata barata. No sabría decir si se escribió antes o después de haberlo pegado allí. En rotulador del tipo Edding se leía: Fotoboom. Y si no te gusta te piras, ¿oyisti?

Llamó el amable segurata al timbre y desde dentro se abrió la puerta. Ahí salió de escena el hombre de uniforme. Cambiaron las luces y ante mí apareció un señor que me contestó no te lo damos al comentarle yo a qué venía. No sé si esperaba que yo me echase a llorar y llamase a mi Mamá. Me contuve porque no tenía Kleenex, así que se tuvo que chinchar.

Me atendió propiamente dicho otro señor. Este segundo era un clon del guía ese tan jovial de Astérix y Obélix en Las doce pruebas, lo que también me recuerda al episodio del vicerrectorado de la Universidad de Oviedo.

Humor a raudales en el zulo.

Con una calma que amenazaba con sublimarse a ira en caso de interrupción, intercambiamos datos y dineros, me contó todo lo que yo ya sabía acerca de mi paquete, con perdón, y me fui.


Deshice lo andado por Europa del Este y arrivé a casa con un cansancio quepaqué.

Solamente hice una pequeña parada en una librería para hacerme con La melancólica muerte del chico ostra, de Tim Burton.

Mañana os contaré por qué...

jueves, 11 de diciembre de 2008

El Factory, ¿sabes?

Pues ahora resulta que me da por el insomnio. LLevo dos días durmiendo menos de 6 horas de noche. La semana pasada tocó dolor de espalda, esta toca no dormir. Si no son pitos son flautas. Como me decía mi padre durante mi efervescente adolescencia, eres como la ONCE, todos los días un numerito y el viernes el extraordinario. Sólo que hoy es jueves.

El caso es que esta tarde, después de haber dormido una hora de siesta habiéndolo intentado durante dos, quedé conmigo misma para ir al Factory, un centro comercial de outlets de varias marcas. Como todo centro comercial que se precie, no está en la ciudad. Yo fui al de San Sebastián de los Reyes, a una hora exacta en metro desde mi residencia. Tuve hasta que comprar una extensión de mi bono de metro, ¡me salía de los confines del mundo conocido!

A mí me habían dicho: cuando salgas del metro, mira para atrás y verás Factory en grande, no hay pérdida.

Yo salí del metro, me giré en sentido horario hasta enfocar el noroeste de mi posición inicial y vi Factory. Sí que es grande el cartel, tanto que pude leerlo como a 1km de distancia. Estaba más allá de la carretera de doble sentido, y más allá de donde esta carretera empezaba a ser delimitada por una acera; pues ahí no, tienes que seguir hasta una rotonda y más allá. Luego a la izquierda.

Pensando en jugosos descuentos, lo cerca que está Nochevieja por no decir Navidad y mi pobre cartera, me dije: mira, ya que estoy aquí...

Allá me lancé a recorrer dicha carretera longitudinalmente (¿qué os creíais?) sorteando bultos negros aparcados y montoncitos de posible arena negra, con mis botas verdes negras quedando blancas de la mierda que había y yo negra pero blanca del frío mientras un montón de bultos negros con 2 lunares delanteras blancas pasaban velozmente por mi derecha, todos ordenaditos en fila.

En mi papel de chica de la recta (de la curva en la rotonda), continué hasta Factory. Y llegué.

Dadme un par de frases para asimilarlo.
Y coger aire.

Sobra decir que allí no encontré nada, y cuando vi un bolso que en otro momento (más cerca de Madrid, a ser posible) quizá no hubiese llamado mi atención por 15€ en Benetton dije: venga, un chute de complementos. El chute se lo quería pagar la dependienta con mi tarjeta, explicándome que el precio que estaba en la estantería (en todas las estanterías había precios), no significa nada. Que estaba ahí sin más.

Sin bolso que me fui, mascando la idea de que igual al estar escrito el precio en rojo y ser el fondo de la pegatina blanco, pudiera tratarse de decoración navideña sin escrúpulos. Con dos cojones. Espíritu navideño, calor del hogar, villancicos, turrón y zambomba... ¡Eufemismos todos! Sobre todo la zambomba. Lo que mejor refleja la Navidad son los precios. Es más, no les voy a quitar la pegatina del precio a las figuritas del Belén. Ni a los regalos. Y las llamadas serán a cobro revertido.

Decidí volver a "casa" y atravesé la noche fría y... venga que lo sabéis...¡eso es!... negra, esta vez por una acera con la frecuencia de farolas a lo largo del camino necesaria para decir que eran las 19 horas, 50 minutos y 27 hercios, casi cantando en voz alta para imponerme al miedo a que me violasen o me atracasen o me hiciesen comer coliflor con bechamel en medio de aquella nada edificada.

En el viaje de vuelta, coincidí con dos ejemplares autóctonos con pelo en las botas (en la lengua un poco menos) a las que llegué a entender esto: na tía, yo iba conduciendo detrás, el tercer coche, porque como iba tan lenta, iba a 140, pues iba a mi bola, ¿sabes?. El caso es que cuando ya me había convencido de que no había vida inteligente en aquella zona del espacio y de que en el segundo coche iban dos chinas, se posó sobre su lengua una mota de inteligencia que solitaria describía un movimiento browniano por el ambiente de aquel vagón y dijo: en el segundo coche iba X, y en el tercero amigos suyos, que no había visto en mi vida, ¿sabes? Digamos que X intermediaba en los tres coches. Yo estaba atenta, esperando una segunda parte del enunciado, como ¿A qué hora salió el primer coche si en el segundo iban dos chinas? ¿Y si fuesen mongolas (de Mongolia)? Pero me dejaron en ascuas.

De hecho, estuve como 15 minutos sin pasar una página de mi libro, pero no se debieron percatar entre tanta falta a la academia que, comentaban, habían protagonizado estas intrépidas amazonas de las afueras de Madrid, ¿sabes?

Y poco más, conseguí concentrarme en la lectura, cambiar de metro y procurar no hacerlo a la vez, así que llegué sana y salva a mi guarida durante el curso.

¿Imagináis qué había para cenar? Venga, esta también la sabéis... Coliflor con bechamel.

lunes, 8 de diciembre de 2008

Sweet Sweet Sweet December


Ayer, a las 15:42, miré por la ventana y ahí estaba Él. Siempre tan apuesto y dispuesto. Pidiéndome por teléfono que le abriese porque a mí, de la sorpresa, se me pasó por completo y toda mi atención se centraba en conseguir someter a mi sonrisa para poder articular palabra.

Ayer despertó y decidió conducir durante 4 horas para que mi tarde de domingo invernal no fuese tan fría. Y quedó una tarde tan cálida y dulce que cualquier polvorón de mi bandeja de Navidad nos hubiese sabido a helado de sal.

Eso explica por qué llovía ayer y hoy de esa manera en Madrid desde que Él llegó hasta que se fue. Todo el sol lo tenía yo...

Durante dos días dejé de notar el peso de los 500km que nos separan a diario. Dejé de oír el eco de mi nostalgia al rebotar contra estas cuatro paredes y me sentí más acompañada que nunca. Me vi intrusa en esa realidad exquisita e insana tangible sólo para los poetas y los suicidas.

Así es como un fin de semana cualquiera se convirtió en uno de esos recuerdos que te auxilian en los peores momentos, aquéllos a los que se acude con desesperación cuando se tiene la sospecha de haber sido feliz y el mundo lo pone en duda. Aquéllos capaces de dejar una cálida sonrisa en el más frío de los cuerpos inertes.


Tengo conmigo a un genio de esas ocho letras...

sábado, 6 de diciembre de 2008

De profundis

Otro viernes más de fiesta salvaje. Esta vez me tomé una cerveza con los de IT Crowd (s01e01-02) y Christophe, el alemán del culo, con perdón. Recordando viejos tiempos yo y viviendo nuevos Christophe. Qué gente tan maja estos del departamento de informática, oye. No veo el día de llegar al vibrador de móvil o al anuncio antipiratería otra vez.

La monotonía que me abriga los fines de semana (muy mal, por cierto, porque ya enfermé dos veces), paradójicamente, sigue en activo. He de recurrir a historias que aviven mis sentidos y mi imaginación. Endorfinas en la mente, como dirían los de Chambao.
Este fin de semana investigo acerca del amor secreto de Oscar Wilde y la razón que lo encerró en la prisión de Reading.
Que la razón te encierre en una prisión... Es indignante y, además, uno de los patrones de castigo del individuo por incomprensión o impertinencia política y/o cultural y/o religiosa más repetido de la historia, cada uno a su manera y en su época. Y los casos actuales que no conoceremos por estar sellados con el lacre de los secretos de estado... Ojos que no ven, corazón que no siente...

Yo a eso siempre respondo que la realidad supera la ficción. No hay más que pronunciar el apellido científico de la raza humana varias veces seguidas para darse cuenta de lo intrínseca que es la razón en nosotros. Sí, nos distingue de los demás animales, pero esa no es su única función. Para ese cometido valdrían dientes de cerámica o pies de madera. La racionalidad nos convierte en capaces de llegar a un acuerdo al margen del poder y de la fuerza física. Y sin embargo siguen leyéndose titulares en la prensa que producen escalofríos.

Como diría Douglas Adams, "Era, como suele decirse, muy humano. En otras palabras, era un organismo basado en el carbono, bípedo y descendiente del mono".

De nosotros depende modificar esa definición. De todos, no sólo de los que no tienen qué perder.

Mientras escribo esto, me llega un solo de trompeta solemne y melancólico, un himno al pasado, del cuarto de un alemán... Amén.

martes, 2 de diciembre de 2008

N de nieve y T de Navidad



Primer día de diciembre, primeros copos. En unos 10 minutos se cubrieron plantas y techo de coches, pero ya no queda nada. Tiempo al tiempo, nunca mejor aprovechadas las acepciones.

Por extensión, yo estoy mala. Si hasta hace poco me duchaba de noche porque por la mañana cuando me levanto no arrancó la calefacción aún, ahora me ducho de noche porque por la mañana puede que ni corra el agua por las tuberías del PUTO FRÍO QUE HACE. Resultado: gargantitis, como siempre. Así que hoy ya no fui a clase, a pesar de haber hecho el esfuerzo de madrugar y morirme de frío y desayunar, en ese orden.

Eso sí, el ordenador, la impresora y el microondas deberían funcionar mejor que nunca, por aquello de las máquinas y el frío. Es más, ayer a la impresora se le hacían los cartuchos tinta china. Se encendía y se apagaba sola. Es su primer invierno, pobre.

Y, por cierto, descubrí la manera de estudiar en Navidad sin sentirme aislada del espíritu de las fiestas: acompañar el proceso con Té de Navidad (fondo de la foto). Lleva: té negro, canela, almendra, vainilla, naranja, jengibre (gingerbread man!!!) y aromas naturales. 230gr me agencié ayer. Huele tan bien que apetece echarlo en un bol y dejarlo como uno de esos ambientadores. Hmmmm, a lo mejor se pueden hacer infusiones de esos ambientadores. Queda pendiente de probar.


Pues días de cuento con príncipe y principesa, un terrorífico monstruo magnético con su inimitable líder llamado Wyndorf*, y un atrevido Naked Man de How I Met Your Mother a modo de cagón de Belén televisivo.

Fin de semana que termina con los primeros copos :). Continuidad, lectores, continuidad. Predicando con el ejemplo de lo que carece este blog.


*Pronúnciese en plural.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Positivo.





Y menos mal que las paredes son casi de papel maché, porque si llegan a ser de ladrillo y con gotelé, quizá los médicos no sabrían si someterlo a una cirujía plástica o sembrar patatas en sus pómulos. O quizá estaríamos ante un nuevo, desfigurado villano de cómic. El Alcayata. The Alcayat.


Esto me recuerda a que a William Harvey (primer defensor de la circulación de la sangre allá por el s. XVII) lo llamaban el circulator, y no por su teoría, sino porque en latín coloquial significa charlatán. Qué agudos.

lunes, 24 de noviembre de 2008

Meteoro Lógico.

José Antonio Maldonado tiene un blog: Blog de José Antonio Maldonado. Especular, que no espectacular.

En realidad, queridos lectores y queridas lectoras, es lo más lógico del mundo cibernético (y ojo que éste se rige por 1s y 0s, no es moco de pavo ni montesdeoca).

¿Quién, si no el hombre del tiempo, puede permitirse actualizar todos los días con algo escueto, soso, monotemático, previsible a la par que futurista, algo que la gente leerá a pesar de errores, es decir, con fe; algo sin florituras, sin ánimo (o con él, da lo mismo, no se notará), espiritualmente opaco (montesdeoca), objetivo y a pesar de todo, determinante (que se lo pregunten a Felipe II)?


Él lo sabe, pero lo disimula con grandes entradas. Y, en su blog, con actualizaciones elocuentes a la par que informativas.


Lo que decía, lo más lógico del mundo cibernético.

domingo, 23 de noviembre de 2008

¡Desfase total!

Pues parece que se termina el fin de semana y, con él, esta semana de relax. He asistido a tantísimos acontecimientos y dado rienda suelta a mi fiebre festiva de tal manera este fin de semana que me ha dado tiempo a empezar y terminar de leer una novela corta y una novela normal, además de avanzar con la que tenía empezada.

No es que una tenga aún poca gente en Madrid y este fin de semana se haya dado la fatal coincidencia de que nadie estaba disponible, no... Os contaré el secreto: Madrid se encuentra en un plano espacio-temporal diferente. No me extrañaría nada encontrarme con un oso polar o un negrito llamado Walt por la calle cualquier día de estos.

Además, este fin de semana un chico de 24 años me echó 16 (
feliz madurez física la que me espera) y, gracias a las ganas de salir que canjeé por tiempo libre, me he integrado tanto en el asilo, digo, la residencia que ahora tengo referencias médicas de primera mano de los coágulos de sangre de un señor que también vive aquí y que han operado esta semana de arritmias. Esta conversación tan agradable tuvo lugar durante la cena del viernes en petit-comité. Chincha revincha os digo a los que salisteis.


Por otra parte, sigue haciendo una temperatura incómoda. Ni frío ni calor.

sábado, 22 de noviembre de 2008


Me da que este garaje lo regenta una persona rellenita. Rellenita de ironía.


O también pudiera ser la bruja malvada de Blancanieves. Nunca se sabe.

martes, 18 de noviembre de 2008

De vuelta de muchísimo.

Ya estoy otra vez en Madrid revitalizadísima, con bufandas y libros a partes iguales. Y puedo decir, y digo, que este último fin de semana fue completísimo. Descansé, me puse al día con tantísimas cosas (carai...!), me encontré a todo quisqui de noche y de día, fui a una espicha, qué digo espicha, a la Novena (y pensar que cuando estudiaba allí no fui a casi ninguna, lo que ye la vida...), felicité 5560698793487652376412394 cumpleaños a la vez y tomé tarta con Canei (qué Barceló?, estamos en crisis). Me confesé a una gitana cerca de una basílica, que no en... Y muchas cosas más, como comer como una reina/cerda (con perdón). Eso sí, siempre rodeada de la mejor gente del mundo. Qué feliz me hacéis. Snif, snif.


Por aquí ya retomé la rutina. Hoy estaba buceando entre mis amigas las integrales (en Madrid no hay muchos delfines que se diga) y casi se me anula el alma. Para mi sorpresa, resulta que el acordeonista de El Retiro le da patadas a su acordeón en mi puta calle. Que no me salte una disonancia de más a la ventana porque no respondo, me pregunten lo que me pregunten. Me haré una bola y no respiraré. Avisados estáis todos.


Dicho todo esto me voy a cenar. De postre hay mentalización para opositar a ingeniera durante 6 días. Yupi...

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Winds Of Change

Hoy la máquina expendedora me dio dos batidos de fresa por el precio de uno. Y debe ser noticia.
Esas cosas a mí no me pasaban. En mi vida anterior, eso le ocurriría al que iba delante o detrás de mí en la cola, no a mí. Y si le ocurriese al de alante, seguramente agotaría el producto. Y tendría un amigo para compartirlo en lugar de vendérmelo a mí por la mitad. Y darían y 10 y tendría que volver a clase con hambre.
Yo antes era esa persona que donaba involuntaria e inevitablemente parte de su existencia como conejillo de indias del azar. El conguito sin chocolate. La aceituna sin pepinillo. 1-p.
Ahora parece que no. Y cuando tengo dudas, se dan casos como el de la máquina expendedora y el batido de fresa. Por eso debe ser noticia. ¡Mi suerte está cambiando!


Y en general, lo más emocionante que me ha pasado en la semana es que conocí a una persona en la universidad y el sábado perdí al culo con dos dose sy ninguna carta más; yo prefiero decir un cuatro, pero bueno, como queráis. Los otros dos jugadores no dudaron en reírse de mí. Es más, se guardaron tanto las dudas que éstas los condujeron a un estado dubitativo peligroso para la razón y, adentrada la noche y la partida, ambos sucumbieron a la tentación de perder a base de doses sin querer.

Uno es alemán. El otro malagueño. Y la chica de la universidad es de Chile. Estudiantes Sin Fronteras que nos deberían llamar.


¡Mañana voy pa' allá! Hasta el lunes me quedo. ¿Una comida o algo? Por Zeus, que serían 4 días sin comer...

viernes, 7 de noviembre de 2008

Hachís, con h inhalada.


Mis gérmenes y yo os saludamos. Aquí ya hace frío, chavalada. Y ya están decorando las calles y hay Royal Crown Revue's espontáneos por la calle y mariachís (que no mariachis, hace frío digo) y decoraciones navideñas en algunas tiendas. Gastos y más gastos. En las monedas y en los billetes deberían salir las caras de los Reyes Magos, de Papá Noel, de Ramoncín, de Victor Manuel y el triángulo de El Corte Inglés.

No contenta con distribuír de forma gratuita gérmenes por la residencia, antes hice que saltasen los plomos. Todo el piso sin luz. Mil disculpas a los defensores de la filosofía del guardar como... en el último momento.

Por cierto, ayer vi vegetales de geometría fractal, como el de la foto. Es un Rumanescu, híbrido de brécol y coliflor. Qué impacto. Que venga Rouco Varela y lo reduzca al absurdo.



martes, 4 de noviembre de 2008

Sin querer.

Las cosas que ocurren sin querer son geniales. Me recuerdan un poco a las pantallas de los videojuegos míticos, míticos: vas caminando con tus zapatones redondos, tu cabezón y tu ropa de colores primarios tan tranquilamente y POP! levantas la mano y coges 5 puntos con forma de 7€ que dejaste el invierno pasado en el abrigo de Peluche; sigues caminando y unos seres con caparazón ocupan toda la acera hasta que en un momento dado uno de ellos esquiva un charco con una pirueta-sin-querer (¡las mejores!) al son de la música que te acompaña durante el viaje, tú pasas por el hueco y POP! 10 puntos.

Finalmente, llegas a la meta atravesando una zona coloreada de azul turquesa, blanco y naranja que te provoca felicidad, con riesgo de dejarte tonto y con espirales giratorias en tus ojos, ¡así que has de ir corriendo!



Qué mañana tan cuca.

viernes, 31 de octubre de 2008

Happy Wrinkled Titsy Halloween!!

Turbio cuanto menos:

Granny Sings A Song For Kids On Halloween


Con este panorama de golosinas audiovisuales, al final va a tener razón Madonna y voy a dejar a mis hijos sin tele, sin internet, sin radio, sin amigos, sin abrir cortinas, sin abrir una puerta antes de cerrar la otra...

jueves, 30 de octubre de 2008

Diálogos para besugos.

Ayer reflexioné (hice dos flexiones ja, ja, ja) sobre las mentiras. Para gente como yo, que no sé mentir y, cuando no me queda otra opción, se me nota a 7 leguas, he encontrado la manera de hacerlo y que no me salgan canas en el intento. ¡El Vicks Vaporub de la conciencia! La mentira perfecta es una verdad. Una, no la...
He hallado la solución para mantener el Pepito Grillo a reposo, y no hablo de una ducha fría. Se trata de contar una verdad paralela en el tiempo a aquello para lo que necesitamos una disculpa. Complacer el deseo del interlocutor de recibir una respuesta a su pregunta. Si al final se trata de amar al prójimo. Pura filantropía.

Por ejemplo:

- ¡Al final no vienes al cine! ¿Y eso?
- Tengo mucho que estudiar.
- Vaya, ya tenéis mucha materia, ¿no?
- Sí, sí. Y claro, se acumula...
- Claro, claro. ¡Pues que te sea leve!
- Gracias, a ver...

Como veis, no es necesario decirle a mi amigo que su novia es especialista en sacarle brillo a mi vergüenza ajena. No necesito una risa exagerada ni alguien que no calla que mancillen mi disfraz de persona normal.
Es verdad que tengo mucho que estudiar, pero no pensaba hacerlo durante las dos horas justas de la peli. La palabra "porque" lo cambio todo. No miento propiamente dicho y mi conciencia queda tranquila. Tengo unas cartas y juego lo mejor que puedo sin sacarme un as de la manga.

No contaban con mi astusia...




Bien, después de esta psicodelia mental que no va a ningún lado y que no se tiene por ninguna parte, os comunico que sigo viva. Si no escribí estos días fue porque estuve ocupada y algo enferma (en lo anterior expuesto se aprecia alguna secuela aún).

Por cierto, nunca vayáis a estudiar a El Retiro y mucho menos con un acordeonista al lado que pretenda pretender que toca varias canciones cuando en realidad interpreta una amalgama de compases aleatorios entre los que, finalmente, logramos distinguir 3 canciones populares.

También había unos chicos tocando yembés y unas chicas bailando algún tipo de danza tribal, de estas que parece que les enchufan corriente alterna (como diría Javier Krahe, "reconozco que no está mal").


En otro orden de cosas, este domingo, por fin me traslado a mi habitación definitiva. Cama de 1'35. Voy a necesitar otro mapa para no perderme por ella. Pero hasta entonces, pasarán muchas cosas, como Pela llegando a Madrid, Halloween y un frío de narices, pies y manos, pero calor en el corazón (ooooooooooooooooooh :') ).

Os dejaré, queridos míos, "I have places to go and people to see, como dicen en mi pueblo " como dicen en esta casa...

martes, 28 de octubre de 2008

La pelirroja que se tira del labión.

Lluvia y aire. Paraguas, aguas, aguas en mano, carpeta en la otra y gorra puesta, atacóme el viento que azotaba intentando robarme la gorra. En mi defensa, sujeté la gorra con la mano que sostenía la carpeta y una esquina de ésta, mi carpeta, encalló en mi labio facial superior.

Temía yo arrivar al aula como Carmen de Mairena, pero a lo máximo a lo que aspiró la herida fue a dejarme un regusto a sangre. Ñaaammmm!!!

Por cierto, una cosa que agradezco del centro peninsular es que si llueve, llueve. Y punto. Aquí no sucede que salga de casa casi hasta con la alfombra enrrollada a mi alrededor y un paraguas y a las 2 de la tarde me arrepienta, incluso, de no haberme pasado la silk-epil la noche anterior.

Una desventaja es que ver los canales estatales aquí es como ver un canal local. Ya no existe esa expectación especial por lo que sucede a cierta distancia de tu casa. Qué pequeña se queda la tele.

Bueno, esto último es impresión momentánea. Supongo que se pasará cuando descubra cosas por aquí.


¿No?




Sí.







¿¿NO??

sábado, 25 de octubre de 2008

Desperadas.


-Vamos a Kapital.

La intención era buena, pero cuando llegamos nos comunicarion que había fiesta limitada. Nos asaltaban preguntas típicas y lógicas como "¿Quién habrá reservado la discoteca?" "¿De qué será la fiesta?" cuando el dicho popular una imagen vale más que mil palabras hizo acto de presencia en forma de limusina blanca.... Hammer. Sí, Hammer. Hum-1 ponía. Imaginaos un Hammer blanco de diez puertas.

(Ciclo de espera)

Este bollito estaba relleno de chicas menores que yo y aparentemente extranjeras en cuya página de libreta de saludos en español debía figurar "exclamar blablabla pollaaaa!!!! a la vez que se hacen aspavientos y se imita el sonido de una ambulancia". ¡Qué nivel, Maribel!

Ya pasaba del origen de coordenadas horario y había que moverse. Yo como no tengo ni idea de nada aquí, me dejé llevar. Carpe Diem, o sea.
Las chicas con las que íbamos (cumpleaños de una de ellas) se decantaron por un Tribeca, perdón, 3BK madrileño llamado Cats. Lo único en común con el musical probablemente fuese la existencia de un vestuario uniforme y algún que otro toque de espectáculo. Descubrimos que de noche no es que todos los gatos sean pardos, es que llevan
dos dedos de pintura que les hace tragarse la luz. También llevan coleta despeinada, superficialidad all over, chaqueta de punto por las rodillas, bolsos de cuero por las rodillas, y, por qué no decirlo, la personalidad por las rodillas también (quién sabe si un poco más arriba, tampoco sabría especificar). ¿Quién no se convierte en el alma de la fiesta ante ese nivel de nocturnidad y alevosía? Nosotras dos tampoco. Ella además estaba enferma. O se puso al entrar, no recuerdo bien.
Entrada + consumición = 10€. Con los ánimos por las rodillas, descarté de buena gana un copazo, pero tampoco me apetecía endeudarme con una cerveza que me diera sed de otra. Solución: Desperados (el tequila viene a mí, es un hecho). Así que allí nos sentamos en unos sofás, fuera de las parcelas privadas (con segurata incluído) que, generalmente ellos, alquilan para invitar a pasar. La decoración incluye estanterías con libros (?).
Tras un improvisado Sé lo que hicisteis versión discoteca, la desperación por escapar de aquellos altavoces infernales que escupían la música, más que amplifcarla, era ya insoportable. Pensaba yo por entonces: "la verdad es que la halitosis musical podría ser peor, aún no escuché regget..." ZAS!! En toda la oreja!!! Ahí nos fuimos.

Sobre las 2:30, ya por Gran Vía, Aran exclamó "es la primera vez que me río en toda la noche", frase que potenció la complicidad entre ambas y no permitió que ese pequeño desastre fuese más que una anécdota. Desde aquí, gracias.
La pobre seguía pelín malina, así que recogimos. No sin antes parar en un 24h a por cruasanes rellenos de chocolate, que nos zampamos jovialmente minutos después en pijama y con un colacado caliente.

Después de todo, es un dulce recuerdo.

viernes, 24 de octubre de 2008

Prórroga.

Me acaban de comunicar que me quedaré una semana más en este pisaco. También que me darán una habitación más grande de la que acordamos en un principio en la residencia.

La vida es bella y los pájaros cantan.


Hoy salgo por aquí. Fers taim.

Toy toa nerviosa, no voy a ser quien a dormir... Mañana.



jueves, 23 de octubre de 2008

La cartera cotilla.


Esta es una cartera (persona, no billetero) que llega a nuestra puerta, entrega el paquete y dice: "para otra vez, sed un poco más discretos con la cocaína".

Tendré que decirle al remitente que deje de enviar sobres de Tang de sabor Jamaica porque igual es la nueva droga ilegalísima y nosotros tan tranquilos. Qué queréis, soy esa persona que confunde un Transformer con Mazinguer Z y que aún se pasea por Madrid como si me estuviesen proyectando capítulos de los pitufos en el reverso de la pupila.

Venga, os dejo aquí en forma de vídeo otra droga que me han descubierto hoy. Cuidado que engancha mucho. Más que el tang de sabor Jamaica.

miércoles, 22 de octubre de 2008

Tifón en los mandriles.

Primer día. Primeros apuntes. Primera mojadura al ritmo de The Sky Is Falling (de Verdad, provincia de Shuffle).

Hoy ahuecaremos las pumpkins. La decoración es secreta...

La verdad es que hoy no ha sido un día especialmente interesante. De hecho, si el Hermano Mayor de la casa no se hubiese puesto ese abrigo de mensajero ruso y ese gorro peludo a juego, no hubiese hablado con acento rrrrusssso (pirimo Laaaaaaaary!!), no se hubiese asomado al balcón de esa guisa y no hubiese barajado la idea de no llevar nada debajo, la tarde que comenzó con un "voy a Correos... y voy a ir así" hubiese sido la típica tarde oscura y lluviosa de otoño que tan cansada está de posar como idea original a esa sociedad secreta (en su mayoría integrada por cantautores/as y domingueros que confunden la resaca con inspiración literaria) llamada "Gente Interesante" que no puede evitar fumar (por supuesto) con el pulgar apoyado en la barbilla.

Yo como no fumo no sé lo que es amoldarse a la situación de sostener un cigarro cada 20 mins. Igual es que evita algún tipo de tendinitis asociada al fumador.

Buenas tardes, fum... corazones.

martes, 21 de octubre de 2008

Toma mucha fruta, mucha fruta fresca...


En El Corte Inglés de Princesa:

-Dos limas, una manzana, Ariel Rot, tomates de ensalada, ¿Ariel Rot?, casi mejor tomates de salsa, ¡Ariel Rot!, ¿podemos llevarnos calabazas de esa estantería o son decorativas?

Era él platicando a través del celular.

Ah, y nos dieron calabazas.

un, dos, sssí, sssí

Sin más actividad que un paseo y la creación de un futbolín con un tendal y pinzas rosas y verdes, doy por comenzado mi proceso de mimetización con la capital de éste, nuestro reino. Ese del carnet de conducir.

Ayer de tarde tuve mi primer enfrentamiento contra el ayuntamiento. Bajaba yo rauda y veloz por Chueca, buscando la calle minotauro en ese laberinto llamado mapa, cuando mis rodillas colisionaron contra un poste que evita la entrada de vehículos en la zona peatonal, monaguillo para los entendidos en postes (el porqué de este nombre no lo sé) y creí quedarme inválida. Ni Peter Griffin hubiese sabido encajar ese golpe. Tranquilos todos, ya estoy recuperada de mi accidente, aunque con secuencias, digo, secuelas. Moradas, eso sí.

Ayer de tarde también superé una prueba religiosa, y no fue el ayuno ni el Ramadán. Unas monjas querían comprometerme a que de 16:15 a 21:15 no contribuyese al ambiente "de respeto y estudio" con ningún tipo de acústica en aquélla, su residencia. Hermanas, me gusta el rock bien alto y tengo un bajo con su correspondiente ampli esperando por su traslado a Madrid.

Así que, tras muchas vueltas y mucho cansancio, conseguí hacerme con una habitación en una residencia a una parada de metro de la uni. Aún no me instalé porque tiene que irse la persona que ocupa la habitación (algo de una paliza y una pelirroja). Escribo desde el pisaco de Aran y Carlos. Gracias otra vez, chicos ;).

Dicho esto, aún me queda toda una tarde por amortizar. Os mantendré informados, corazones.