jueves, 4 de febrero de 2010

La mierda ni se crea ni se destruye.

Se transforma.

En mi caso en calcetín de rayas blancas y negras y talón y puntera azul turquesa. Es el típico calcetín de rayas blancas y negras y talón y puntera azul turquesa que desaparece en el camino del tambor de la lavadora al tendal. O del cesto de la ropa sucia a la lavadora. O quién sabe. Ese que nos descoloca al tender su pareja solitaria y nos vuelve a descolocar al recogerla del tendal. "Ya aparecerá", porque hay tantos sitios donde puede esconderse un calcetín si no es el cesto de la ropa sucia o la lavadora o el trayecto que los une. Son listísimos.

Al barrerlo de debajo de mi cama, me decidí: es hora de limpiar el baño.

Lo que pasa en los pisos de estudiantes es que los inquilinos no tenemos experiencia previa en labores del hogar. Ni en muchas otras cosas...decentes y confesables. Así que vamos adquiriendo útiles de limpieza según los necesitamos. ¿Qué quiere decir esto? Que justo en ese momento en el que te armas de valor para enfrentarte a todas esas bolas de polvo que juntas ya recuerdan al "monstruo de humo" de Lost, no tienes bayeta, o limpiahogar (el jabón del suelo se llama limpiahogar y lo hay de sabores) o, qué se yo, ganas. Y lo dejas para otro momento en el que tengas el kit de limpieza completo, o al menos completo para una estudiante. Y además, dentro de tu alivio, te enfadas y todo. Como si de repente fueses una adicta a la limpieza.No fue el caso hoy. Como decía, me decidí a limpiar el baño a pesar de los pesares: no hay guantes de goma. Bueno, no hay mal que por bien no venga, así rascas con las uñas esas manchas que no salen ni con piedra pómez...

Como no hay guantes, no voy a usar la bayeta, que tampoco está reluciente para empezar. Idea: enjuago la fregona en el agua y el limpiahogar (¿pero qué tiene esta palabra que al decirla una se siente como Carmen Lomana?; entiéndase por la experiencia en limpiar su propio baño, no la dicción) recién mezclados y la paso por el retrete, eso que no quieres tocar ni con un palo. ¡Ay va..!

Pero como eres nueva en esto y la potencia sin control no sirve de nada, no controlas la fuerza y al repasar el trono se te escapa el mocho (apéndice "peludo" de la fregona, si bebes no friegues) y le pegas un repasón al papel higiénico, que siempre está fuera de alcance sin esfuerzo excepto en este momento. Aaaaaaagggg....

Le das un tirón al papel con manos y cara de asco y cuando has contado una vuelta o dos del rollo, lo cortas, porque ya no quedan gérmenes... ¡¡Y al WC con él!!

Sigues limpiando el retrete y se te engancha ese cacho de papel (que ya está absorbiendo agua del retrete) al mocho. Historia de amor donde las haya. Esto me recuerda a Woody Allen: "el sexo sólo es sucio si se hace bien".

Una vez te has deshecho de esas capas de celulosa semiperforadas (aquí nos limpiamos con gasa, otra vez Carmen Lomana), te das cuenta de un hueco que siempre ha estado ahí y nunca has visto: entre la pila y la bañera. Aquí se aplica la técnica del gondolero: encajas la fregona, aprietas y la retiras arrastrándola, como si hundieses el remo de tu góndola azulejada en un canal de sabor a limón. Y otra vez. He de decir que en un arrebato de teletransportación me he arrastrado yo hacia el hueco en lugar de traer la fregona hacia mí.

Y digo yo que la teoría de la relatividad tiene algún vacío teórico. Si existe un movimiento relativo, deberia limpiarse el hueco tanto si me arrastro yo hacia él apoyándome en la fregona como si arrastro la fregona hacia mí. Si es que se deja una llevar y cuando se da cuenta está contradiciendo a Einstein con un mocho y ropa de fregar.

Aclarado, alguna pincelada más por sitios estratégicos, aclarado y se friega el suelo, previamente barrido. Se deja secar. Listo para ensuciar.

Por cierto, preguntaré esto de todas formas, a riesgo de parecer que no he barrido en mi vida: ¿alguien consigue barrer absolutamente todo? Que por favor me diga cómo lo hace o me veré condenada de por vida a recurrir a la maniobra galáctica de "repartir hasta desaparecer" esa última fililla de porquería imposible de recoger.

2 comentarios:

Andrea dijo...

Hace tiempo que no me pasaba por aqui; tienes toda la razon con lo de hacer el bano (no tengo egne xD)prefiero 1000 veces hacer la cocina, pero claro mi hermana la listilla hace la cocina y me deja a mi el bano, una recomendacion ZAS bano! limpia solo xD
Acerca del polvo que barres, nunca lo puede barrer del todo, lo que va quedando lo dejo en un rincon asi se acumula y lo puedo barrer luego jijiji.

Un beso!

Keiboll dijo...

Hoy, en Callejeros: "Limpieza de pisos de estudiantes" xDD
Es que te imagino en esa situación y me entra la risa.
Últimamente estoy enganchado a Lost (3ª temporada en concreto), así que sugiero que te montes un campo electromagnético que asuste al monstruo de la pelusa (ya es hora de darle utilidad a ELMG)
Has encontrado ya el calcetín huérfano? En mi caso, es al revés, la mierda aparece en mis calcetines (voy barriendo la casa con ellos al no ponerme nunca zapatillas)
Nunca pensé que se sacara de este tema una metáfora como "góndola azulejada en un canal de sabor a limón", tienes un arte...

Y para la porquería final, o usas aspirador o una alfombra xD