martes, 28 de octubre de 2008

La pelirroja que se tira del labión.

Lluvia y aire. Paraguas, aguas, aguas en mano, carpeta en la otra y gorra puesta, atacóme el viento que azotaba intentando robarme la gorra. En mi defensa, sujeté la gorra con la mano que sostenía la carpeta y una esquina de ésta, mi carpeta, encalló en mi labio facial superior.

Temía yo arrivar al aula como Carmen de Mairena, pero a lo máximo a lo que aspiró la herida fue a dejarme un regusto a sangre. Ñaaammmm!!!

Por cierto, una cosa que agradezco del centro peninsular es que si llueve, llueve. Y punto. Aquí no sucede que salga de casa casi hasta con la alfombra enrrollada a mi alrededor y un paraguas y a las 2 de la tarde me arrepienta, incluso, de no haberme pasado la silk-epil la noche anterior.

Una desventaja es que ver los canales estatales aquí es como ver un canal local. Ya no existe esa expectación especial por lo que sucede a cierta distancia de tu casa. Qué pequeña se queda la tele.

Bueno, esto último es impresión momentánea. Supongo que se pasará cuando descubra cosas por aquí.


¿No?




Sí.







¿¿NO??

3 comentarios:

Pelayo dijo...

Lo bueno es que la rasca que haría evitó un poco el hinchazón ¿no?

Toy por ir descalzo por la calle esta tarde, mira tu...

Llegaremos vivos al finde? Cuántos más moratones y golpes nos esperan hasta que nos alcontremos??

¿Sobreviviremos el finde? xD

Anónimo dijo...

Eres la primera persona que conozco que hace un comentario amable con respecto al clima de Madrid.

Zumbada.

Anónimo dijo...

¡me encanta el regusto a sangre a mi también!
jajajaja
¿todo bien por Madrid?

PD. Oh virgen del Motocros! la palabra de verificación que me sale para enviar el comentario es "annult"... ¿será Xuxa cantando mi nombre del revés? todo satánico

Un monton de besinos