martes, 13 de abril de 2010

Madame Butterfly.

Hace 5 horas que el mundo dejó de ser el mismo. Ahora es un poco más claro, más cálido. A pesar de ser una noche cerrada y fría. Esto pasa cuando una toca la pared más allá del té verde con hierbabuena, de té milflores, de esbelto vidrio verde con sombrero de tabaco multifruta, de la mirada y de las palabras y sonríe: "por mí y por todas mis verdades".


Hay personas que irradian demasiada luz para las de vista y alma débiles. Y es inútil cerrar los ojos para protegerse. Quedarán impresas sus sombras en el reverso de tus párpados. Son fuerzas que escapan a las fronteras naturales como lo hacen a la comprensión. Hacen papiroflexia con nuestra percepción de propaganda a un nivel en el cual, si intentamos comprender, miraremos de frente y nuestro iris nunca será el mismo. Y una no puede deshacerse de su iris. Pero qué momento ese en que se produce el cambio, indefensa y toda tú, expectante...

En el instante antes de que esa luz te ciegue, despliegas las alas. Y te descubres: siempre has sido una mariposa con un miedo terrible a las alturas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tanta luz como tú "Bárbara" Nita